Crítica de Senjutsu de Iron Maiden
¡Y aquí vamos con la crítica de Senjutsu de Iron Maiden!
Vuelven Iron Maiden, una vez más, tras el exitoso Book of Souls y la tremebunda gira The Legacy con la que cruzaron el mundo llenando estadios, y que se vió interrumpida con la llegada del innombrable. Y vuelven de nuevo con un doble disco lleno de material con sonido puramente Maiden, si, pero de los Maiden de la última era de Bruce Dickinson, para bien y para mal. El sonido y las estructuras de los temas son los mismos que han caracterizado los últimos lanzamientos de la banda, con largas introducciones, lentos desarrollos y tintes progresivos por todos lados. Parece bastante claro que es lo que les gusta y lo que quieren hacer, así que los nostágicos del sonido más clásico y las canciones cortitas y al pie, poco tienen que rascar aquí.
Iron Maiden vuelven por todo lo alto
La mejor noticia es el alto nivel de inspiración que muestran en las diferetes melodías y arreglos a lo largo del disco: estribillos épicos y pegadizos, solos de guitarra más memorables aún de lo acostumbrado, melodías vocales muy maiden pero a la vez frescas y agradecidas, y unas baterías bastante destacables que se podrían situar entre lo mejor que Nicko McBrain ha grabado nunca con la banda.
Tras abrir el disco con una correcta Senjutsu que quizás no sea la más indicada como tema de inicio, pero que no se puede considerar floja, la traca comienzacon los dos primeros ingles Stratego y The writing on the Wall. La primera es una canción de sonido clásico de la banda, con ritmo galopante y melodías pegadizas; tiene garra y suena muy inspirada. La segunda, un tema diferente a lo que nos tienen acostumbrados: con ciertos dejes countries, funciona como un tiro.
En Lost in a Lost World comienzan a surgir los primeros problemas de los que adolece Senjutsu: el exceso de minutaje. Varias partes son bastante rescatables, pero se hace larga y se enredan en el desarrollo en demasía. Days of Future Past en cambio es mucho más concisa, adolece de relleno y cuenta con un estribillo épico marca de la casa, de lo mejor del disco. The time Machine me ha resultado menos inspirada, y su larga duración hace que me haga cuesta arriba escuchrla entera.
Darkest Hour es lenta y dramática, pero esto acompaña bien el tema que trata la letra, mientras Death of the celts puede recordar en parte a The Clansman, pero es claramente inferior al clásico del horroroso Virtual XI. The parchment me ha pasado bastante desapercibida, aunque tengo la impresión de que crecerá en mi con las escuchas. Y por fin, Hell on Earth, una maravilla llena de melodías magníficas, épica, progresiva que pone los pelos de punta y que demuestra que aún consevan frescura e inspiración para seguir sacando temas destacables que puedan destacar en su larguísima discografía.
Inspiración versus minutaje
El gran lastre del disco, como viene siendo costumbre en la última era de Iron Maiden, es el exceso de minutaje. Intros y outros eternas, repetición de riffs y melodías hasta la saciedad, canciones excesivamente extendidas… Todos esto está ahí, y no podemos ignorarlo. Quitando un par de canciones y minutos de relleno, habría quedado un disco más corto y mucho más redondo.
Pero por otro lado, la inspiración que demuestran a la hora de construir melodías, riffs que suenan a maiden pero a la vez son nuevos, muchos de los mejores solos de guitarra que han hecho nunca, y un tremendo trabajo de batería hacen que este Senjutsu se reponga a los problemas y dificultades y acabe siendo un disco de notable alto mejorable, si, pero muy muy disfrutable. ¡Y que nos duren muchos años!
Listado de canciones:
- 1. Senjutsu (8: 20)
- 2. Stratego (4: 59)
- 3. The writing on the Wall (6: 13)
- 4. Lost in a Lost World (9: 31)
- 5. Days of Future Past (4: 03)
- 6. The time Machine (7: 09)
- 7. Darkest Hour (7: 20)
- 8. Death of the celts (10: 20)
- 9. The parchment (12: 39)
- 10. Hell on Earth (11: 19)