Dream Theater – Distance Over Time (2019)

Crítica de Distance over Time de Dream Theater

Crítica de Distance over Time de Dream Theater

Crítica de Distance Over Time de Dream Theater

Y aquí la crítica de Distance Over Time de los legendarios Dream Theater! El disco con el que, tras un par de discos algo titubeantes y en los que parecían haber perdido la dirección y la inspiración, recuperan el pulso del metal progresivo que prácticamente inventaron (o al menos perfeccionaron) y dan un puñetazo sobre la mesa. Un disco, este Distance Over Time, en el que además consiguen de nuevo sonar potentes gracias a una producción espectacular que combina un sonido limpio y cristalino con un sonido lleno de fuerza. Una combinación aparentemente sencilla pero que en los últimos lanzamientos brillaba por su ausencia.

Distance Over Time: recuperar la buena dirección

Tras el complicado The Astonishing, Dream Theater parecen haber decidido centrarse en crear composiciones redondas y concisas, más enfocadas a la propia composición que en los desarrollos instrumentales (que también hay, no olvidemos quienes son). Con un sonido más contndente, han buscadoacercarse más al sonido más «clásico» (con matices) con ramalazos a Six Degrees of Inner Turbulence entre otros.

Dos partes claramente diferenciadas

La primera parte del disco es, probablemente, la más floja. Curiosamente, es la que contiene los tres adelantos del disco: Untethered Angel, una de esas canciones en las que juegan a no arriesgar, con un riff potente y metalero y un estribillo que a mi, personalmente, no me acaba de funcionar.  La parte central, con la característica batalla de solos teclado – guitarra funciona bien, y desemboca en uno de los legendarios unisonos (¿se llaman así?) que tanto les gustan a Rudess y Petrucci. Paralyzed, claramente destinada a ser el single, muy metalera y bastante sencillita, relativamente comercial y sin florituras. Y Fall into the Light, sin duda la más entonada de los tres, con un riff muy megadethiano y una preciosa parte central en la que desmontan la canción para volver a reconstruirla sobre una bonita melodía de guitarra muy coreable en los directos, que se repite mientras el tema va cogiendo cuerpo de nuevo.
Barstool Warrior es la primera gran alegría del disco: un tema muy de la era noventera de la banda, melódico y de sonido muy progresivo de la época, con una intro muy optimista, una melodía vocal dulzona y un solo de guitarra de los de lagrimilla y pelos como escarpias. Una gozada, un tema sobresaliente. Room 137, en cambio, baja tremendamente el listón: un tema machacón, que recuerda a Marilyn Manson (?) y que sin ser malo, tampoco me acaba de encajar. Seguremente la más prescindible del disco.

Una segunda parte para enmarcar

La segunda parte de este Distance Over Time arranca con la divertida y a la vez potente S2N, que abre con bajo muy funky y poderoso, y enseguida arranca a toda máquina. Una mezcla del sonido de temas como Lines In The Sand con el de la última época de la banda. Voces distorsionadas, una base rítmica trepidante, solos de guitarra y teclado… un todo en uno que desembica en uno de los pasajes más pesados del disco sobre el que Rudess contruye uno de sus característicos solos.

At Wit’s End es sin duda EL TEMA del disco. Con un riff de guitarra directamente extraídos del Six Degrees of Inner Turbulence, construyen una canción intensa, dramática y catárquica, que finaliza en uno de los más hermosos solos de guitarra que Petrucci haya compuesto nunca, mientras Labrie repite el estribillo por encima. Un solo en el que Petrucci hace llorar, literalmente, a su guitarra y con ella a nosostros. Letrística y musicalmente una maravilla, una auténtica preciosidad de canción como hacía años que nos se marcaban.

Tras Out of Reach, una bonita y sencilla balada de las que, en todo caso, ya tienen varias, llega el gran mastodonte progresivo del disco, Pale Blue Dot. Realmente no se trata de una canción larga, 8 minutos y medio, pero sí se siente como un tema progresivo de peso. Con una introducción de sonidos ambientales que desemboca en otra de batería absolutamente brillante, se trata de un tema de sonido muy clásico de la banda, con una parte instrumental central muy a lo Dance of Eternity. Brillante, épica, progresiva y pesada (en el buen sentido).

En resúmen, un disco en el que Dream Theater apuestan si miramientos por una vuelta a lo de siempre, aparcando experimentos y centrándose más que nunca en presentar temas redondos y bien terminados.

Listado de canciones:

  • 01. Untethered Angel
  • 02. Paralyzed
  • 03. Fall into the Light
  • 04. Barstool Warrior
  • 05. Room 137
  • 06. S2N
  • 07. At Wit’s End
  • 08. Out of Reach
  • 09. Pale Blue Dot

Banda:

  • James LaBrie voz
  • John Petrucci guitarra
  • Jordan Rudess teclados
  • Mike Manginin batería
  • John Myung bajo

Puntuación: 8

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4/5 - (1 voto)

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